Por Miguel Angel Gonzalez
H. Tlapacoyan ver.- Nayeli jarillo se ha propuesto en reactivar el turismo rural de este municipio, y se han iniciado importantes trabajos para la reactivación de la zona donde se encuentra el árbol de la pochota considerado actualmente como el árbol del “Bicentanario”.
Por medio del departamento de alumbrado publico, de parques y jardines cuyo titular es Jorge Ramos Olmos , se realizan trabajos de mantenimiento en dichas instalaciones para reactivar la zona atractiva que pertenece al turismo rural y que ofrece un sin numero de actividades turísticas y culturales, como la que se realizara del 18 al 21 de marzo del presente año en el ejido Piedra Pinta.
Nayeli jarillo busca con las zonas arqueológicas que existen en nuestro municipio, que este sea líder en la materia turística es por eso que las peticiones del comité de turismo rural que encabeza como presidente Francisco Salazar Munguía, la alcaldesa les brinda todo el apoyo y respaldo para el rescate de la zona del árbol de la pochota.
Con esta acción las estrategias de mercadotecnia serán útiles para que la secretaria de turismo voltee a ver a Tlapacoyan un municipio que cuenta con un riqueza arqueológica como las pirámides llamadas “Las dos Chichis”.
La Pochota es una de las especies arbóreas, más común de los bosques tropicales de nuestro país, se distribuye desde México hasta Sudamérica.
La pochota o Ceiba llegan a medir hasta 30 metros de altura dependiendo de las condiciones climáticas y del tipo de suelo. La Pochota que crecen en selvas bajas son ejemplares muy corpulentos y no más de 25 metros de altura con diámetros del tronco mayores de 2 metros.
Este ejemplo que creció en las tierras de la ex hacienda del Jobo tiene mas de 2 siglos de existencia, si la Pochota nos pudiera platicar ¿De que nos hablaría?, tal vez de las diferentes aves, que han utilizado sus ramas, para construir sus nidos; de las iguanas que sigilosamente caminan en sus ramales en busca de insectos: víboras trepadoras buscando presas.
Desde su majestuosa altura, elevada en más de dos centenarios de vida, este hermoso árbol ha sido testigo mudo de muchas hazañas, gestas heroicas, incógnitas, de grandes amores y pasiones que nacieran y se cobijaran en su gigantesca sombra.
Cuentan nuestros abuelos: que durante muchos años, el árbol estaba cerca del camino real, por lo que muchas ocasiones, pasaron mulas cargadas de mercancías y en otras de monedas de oro, y que como ahí se ocupaba para tomar un descanso, los bandoleros aprovechaban para atracarse, cuentan también que una pareja de enamorados que se veían en las noches de lula llena a la sombra del majestuoso cómplice para jurarse amor eterno, él era un Capitán }Insurgente y ella una Hermosa Hija de un hacendado, de la región, en una ocasión que ella iba a reunirse con su amado lo encontró colgado del árbol, quizás algunos forajidos por robarle lo habían matado. Desde ese momento, se dice que en las noches de luna llena, después de las doce de la noche, se aparece la hermosa mujer a suspirar y llorar reclamando la presencia de su amado.
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