Por Miguel Ángel González

Nadie mueve un dedo por dar mantenimiento al sistema de semaforización, tránsito del estado no le preocupa nada, el ayuntamiento ya se va, es decir que queda un mes de ingobernabilidad en dichas dependencias, quedando los peatones y conductores a su suerte.
Nadie sabe quien se va encargar de hacer algo en estas fechas de fin de año, ya que el delegado de tránsito no habla a la dirección General de Tránsito y vialidad del estado, para que le envíen personal operativo, todos esperan los cambios los cuales se tienen que dar aquí en esta ciudad, ya que todo es saludable en este tipo de acciones.
Por el momento las calles de la ciudad están sin ley, ya que nadie repara los semáforos y nadie hace una labor por mejorar la vialidad, una vialidad que esta echa un desastre diariamente.
Todo conductor y cafre del volante hacen de las suyas, al saber que estamos en un municipio sin ley, es decir que aquí solo domina la ley del más fuerte, ante la complacencia de las propias autoridades locales.
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