Incendio en el mercado municipal

50 locales de los 150 que conforman este mercado quedaron hechos ceniza

•Misantla en llamas


Saúl Meza. 13 de Enero de 2010, Misantla, Ver. Eran alrededor de las 3 de la tarde del día de ayer cuando una fuerte nube de humo se empezó a observar en el centro de la ciudad. Era el humo ocasionado por el incendio del mercado municipal Antonio M. Quirazco, localizado a un costado de la Iglesia de esta ciudad.
El pánico por parte de los locatarios se empezó a escuchar: gritos, llantos, palabras de auxilio eran las exclamaciones que las victimas expresaban. Las sirenas de los diferentes cuerpos de auxilio retumbaban ante este hecho.
La movilización de autos y sobre todo de muchos curiosos dio inicio. El mercado ardía fuertemente en llamas. Los comerciantes trataban de rescatar un poco de su mercancía. Mucha gente solidaria acudía a brindar ayuda y sacaba junto con ellos lo poco que podían rescatar.
Los tanques de gas estacionarios se lograron cerrar y ser retirados de la cercanía de las llamas del fuego. Los tanques de almacenamiento de agua que se encontraban en el techo fueron destapados, para que con la ayuda de jóvenes hombres y cubetas combatieran poco a poco el fuego.
Una parte de la pared de la zona crítica, fue destrozada con los tapetes de fierro que se encuentran en la entrada de la iglesia. La presencia de los sacerdotes se dejo ver, observaban detenidamente este lamentable hecho.
Familiares de los locatarios arribaban a la parte del desastre. Desconsoladamente lloraban y buscaban entre la gente a su ser querido. Niños quebrados en llanto, mujeres en estado de shock y hombres en acción, era el panorama de este lugar.
Autoridades municipales acompañadas de un cubre bocas «trataban» de tranquilizar la gente y poner «orden» entre los cientos de personas que se encontraban presenciando el incendio.
40 minutos después de arder en llamas el mercado, el cuerpo de bomberos dio inicio con sus actividades. A pesar de tener una sola unidad y sin contar con uniformes el grupo de bomberos voluntarios, se atrevieron a arriesgar sus vidas en medio del fuego, que consumía inenarrablemente el centro de trabajo de varias familias misantecas.
La ayuda y solidaridad de municipios como, Martínez de la Torre, Tenochtitlán y San Rafael se sintió, pues enviaron sus unidades de auxilio hasta esta señorial.
Las llamas fueron exterminadas, luego de dos horas de terror y pánico. La realidad para los locatarios había llegado, el entrar a sus locales y ver las pérdidas que este incendio había causado por su paso.
«¡Una persona se encontraba quemando cohetes!», «¡un corto de luz!» y «¡la instalación eléctrica fue lo que ocasionó esto!»; fueron los comentarios entre las personas que trataban de buscar y/o saber la causa original de esta tragedia.
Para darle el toque final a la desgracia los rateros trataron de hacer de las suyas y comenzaron a saquear lo poco de este centro de comercio.
Finalmente hasta la tarde de ayer se habló de 50 locales en pérdida total de los 150 que conforman este mercado. Seis intoxicados y favorablemente ni un muerto y ni un herido. Ahora la situación del mercado ha cambiado, lideres, representantes, dueños de por más de un local y todos quienes diariamente están dentro de este lugar, vivirán en el pánico de haber sido víctima u observador cercano de una de las mayores tragedias de esta ciudad.
Misantla en llamasIncendio en el mercado municipal50 locales de los 150 que conforman este mercado quedaron hechos ceniza
Saúl Meza. 13 de Enero de 2010, Misantla, Ver. Eran alrededor de las 3 de la tarde del día de ayer cuando una fuerte nube de humo se empezó a observar en el centro de la ciudad. Era el humo ocasionado por el incendio del mercado municipal Antonio M. Quirazco, localizado a un costado de la Iglesia de esta ciudad. El pánico por parte de los locatarios se empezó a escuchar: gritos, llantos, palabras de auxilio eran las exclamaciones que las victimas expresaban. Las sirenas de los diferentes cuerpos de auxilio retumbaban ante este hecho.La movilización de autos y sobre todo de muchos curiosos dio inicio. El mercado ardía fuertemente en llamas. Los comerciantes trataban de rescatar un poco de su mercancía. Mucha gente solidaria acudía a brindar ayuda y sacaba junto con ellos lo poco que podían rescatar.Los tanques de gas estacionarios se lograron cerrar y ser retirados de la cercanía de las llamas del fuego. Los tanques de almacenamiento de agua que se encontraban en el techo fueron destapados, para que con la ayuda de jóvenes hombres y cubetas combatieran poco a poco el fuego.Una parte de la pared de la zona crítica, fue destrozada con los tapetes de fierro que se encuentran en la entrada de la iglesia. La presencia de los sacerdotes se dejo ver, observaban detenidamente este lamentable hecho.Familiares de los locatarios arribaban a la parte del desastre. Desconsoladamente lloraban y buscaban entre la gente a su ser querido. Niños quebrados en llanto, mujeres en estado de shock y hombres en acción, era el panorama de este lugar.Autoridades municipales acompañadas de un cubre bocas «trataban» de tranquilizar la gente y poner «orden» entre los cientos de personas que se encontraban presenciando el incendio.40 minutos después de arder en llamas el mercado, el cuerpo de bomberos dio inicio con sus actividades. A pesar de tener una sola unidad y sin contar con uniformes el grupo de bomberos voluntarios, se atrevieron a arriesgar sus vidas en medio del fuego, que consumía inenarrablemente el centro de trabajo de varias familias misantecas.La ayuda y solidaridad de municipios como, Martínez de la Torre, Tenochtitlán y San Rafael se sintió, pues enviaron sus unidades de auxilio hasta esta señorial. Las llamas fueron exterminadas, luego de dos horas de terror y pánico. La realidad para los locatarios había llegado, el entrar a sus locales y ver las pérdidas que este incendio había causado por su paso.«¡Una persona se encontraba quemando cohetes!», «¡un corto de luz!» y «¡la instalación eléctrica fue lo que ocasionó esto!»; fueron los comentarios entre las personas que trataban de buscar y/o saber la causa original de esta tragedia.Para darle el toque final a la desgracia los rateros trataron de hacer de las suyas y comenzaron a saquear lo poco de este centro de comercio.Finalmente hasta la tarde de ayer se habló de 50 locales en pérdida total de los 150 que conforman este mercado. Seis intoxicados y favorablemente ni un muerto y ni un herido. Ahora la situación del mercado ha cambiado, lideres, representantes, dueños de por más de un local y todos quienes diariamente están dentro de este lugar, vivirán en el pánico de haber sido víctima u observador cercano de una de las mayores tragedias de esta ciudad.